NO a la Termoeléctrica Los Robles

ACCION CIUDADANA PRO-DEFENSA DE LA COSTA DEL MAULE

El síndrome energético: de la histeria a la mostrada de dientes

mayo 2nd, 2008 by Fernando

[Fuente: Diario El aMaule]
Por Fernando Salinas Manfredini

Es indefendible que funcionarios del Estado aludan al problema energético que tiene Chile en el corto plazo, para apoyar una aberración medioambiental de largo plazo, como la Termoeléctrica Los Robles, que operará por los próximos 30 años.

Todos sabemos que Chile tiene problemas de energía, los cuales fueron ampliamente constatados a partir de la crisis del gas con Argentina. Se acepta que los próximos dos años serán los más complicados. Se ha hablado ampliamente que hubo errores en el diseño de la matriz energética de nuestro país y que ahora es momento de rectificar.

Sin embargo, pareciera que hay una “histeria energética estatal” que, una vez más, cuando se enfrenta a una crisis de corto plazo, confunde lo urgente con lo importante; y como habitualmente en Chile nos manejamos en el plano de la urgencia, lo importante siempre se va postergando para “nunca jamás” ser atendido. ¡Urgente!, qué duda cabe, es resolver nuestros problemas de abastecimiento energético, pero importante es hacerlo colocando los incentivos correctos. En aras de la urgencia no podemos fijar emisiones contaminantes por más de 30 años o destrozar parajes ecoturísticos para siempre.

¿Cuál es la actitud actual del gobierno respecto de las empresas energéticas que operan en Chile? Pareciera que el slogan es “dennos energía a como sea” o, dicho de otro modo, “necesitamos energía ¡ahora ya!, no importa el costo social o medioambiental”. En estos momentos las empresas de energía que operan en Chile tienen chipe libre; todas están presentando proyectos lo más rápido que pueden, mientras dura este periodo de gracia, ya que obtendrán ganancias monopólicas por los próximos 30-50 años. Lo anterior queda muy claro en el caso de la Termoeléctrica Los Robles, el proyecto más aberrante desde el punto de vista medioambiental y social que ha conocido Chile en materia de energía en los últimos años y sin embargo ninguna autoridad política ha salido en forma decidida al paso. Debido a la histeria energética estatal, existe una especie de permisividad cómplice, que las empresas eléctricas están aprovechando a cabalidad. Lo más increíble de todo es que muchas autoridades políticas (no todas) no se han dado cuenta (ante la ceguera que provoca la histeria) que muchos de estos proyectos, entre ellos la Termoeléctrica Los Robles, van a empezar a ser operativos cuando el problema energético actual ya esté resuelto.

Para demostrar lo expresado anteriormente voy a referirme, en las próximas líneas, a las etapas de aquello que he llamado el “síndrome energético” que también podría llamarse “de la histeria a la mostrada de dientes”

Etapa 1: Comienza la histeria. El gobierno constata los problemas de energía del país y crea los incentivos (incorrectos) para que los privados realicen proyectos.

Etapa 2: Todas las empresas de energía comienzan una carrera contra el tiempo para generar sus nuevos proyectos. Se dan cuenta que el gobierno (en general, los funcionarios del Estado) está dispuesto a ser más flexible con respecto a los temas ambientales.

Etapa 3: Las empresas verifican que sus competidores están en la misma parada. Aceleran la presentación de proyectos para posicionarse en la oferta futura de energía antes que sus competidores; además, visualizan que este periodo de gracia se va a acabar.

Etapa 4: Nadie cede, la energía está de moda, aumentan los proyectos y las declaraciones de las empresas respecto de esos proyectos.

Etapa 5: Debido a la abundancia de proyectos comienzan a visualizarse problemas de exceso de oferta de energía en el largo plazo, que redundará en una baja en los precios de la energía, con menores ganancias para las empresas. Comienzan a mostrarse los dientes.

Vamos a ejemplificar lo expresado anteriormente con las acciones y declaraciones de la empresa AES Gener S.A., cuyo representante legal es Luis Felipe Cerón.

Las Etapas 1 y 2 dan origen a la gran cantidad de inversión que AES Gener tiene proyectada para estos años, incluidos los 1.300 millones de dólares en la Termoeléctrica Los Robles.

Durante la Etapa 3, AES Gener presenta el proyecto Central Termoeléctrica Los Robles con graves problemas de incompletitud, al punto de que el Estudio de Impacto Ambiental incluye un estudio climático de la zona que ni siquiera alcanza al ciclo mínimo de un año (hay que decir que debido al cambio climático del planeta muchos expertos proponen, incluso, 3 años de estudio climático); omite una infinidad de parámetros y estudios, lo cual da cuenta de la celeridad con que se quiso presentar el proyecto, para aprobarlo lo antes posible.

La Etapa 4 queda totalmente ejemplificada con las declaraciones de Luis Felipe Cerón de AES Gener, quien en la revista Área Minera del 25 de octubre de 2007, en relación al proyecto Los Robles, señala: “la empresa no detendrá sus inversiones a mediano y largo plazo, se espera contar con la nueva central durante el segundo trimestre de 2012” ¿Por qué el directivo máximo de AES Gener se esmera en sostener que no cesarán las inversiones programadas? ¿Para quién va el mensaje? Está claro que detrás de esto hay un “gallito” con otras empresas del sector.

Nuevamente utilizaremos declaraciones de Cerón para ejemplificar la Etapa 5. En diciembre de 2007, en el diario La Tercera señala: “Existe la posibilidad de que haya sobreoferta. El sector de generación está de moda y hay muchos inversionistas, grandes y chicos, que han anunciado proyectos. El mercado no da para desarrollarlos todos, aunque pensamos que efectivamente no todos ellos se concretarán”. Obviamente aquí se le está proponiendo a los otros que dejen sus proyectos de lado, de otra manera van a perder todos. Más adelante en la entrevista, viene la mostrada de dientes: “No le tememos a la competencia. Para minimizar los riesgos de la inversión, y evitar ser afectados por precios muy bajos, nosotros construimos las plantas cuando tenemos contratos de largo plazo. No es llegar y construir centrales”. La pregunta obvia es: ¿Quién aseguró un contrato a largo plazo a AES Gener para el contaminante proyecto Los Robles?. Sería muy útil para la comunidad saberlo.

Dos cosas deberían preocuparnos respecto de esta sobreoferta de energía en el largo plazo. La primera dice relación con la necesaria postergación, por razones de competencia económica, de los proyectos relacionados con generación de energía limpia y sustentable, como la eólica y la solar. Si se plaga Chile de centrales termoeléctricas, no habrá incentivo para explorar otras formas de generación de energía. Es aquí donde la autoridad debería incluir las fuertes externalidades producidas por la contaminación. Uno podría llegar a entender la “histeria estatal por el corto plazo” pero jamás la “histeria estatal por el largo plazo”.

Si aceptamos lo que las mismas empresas del sector dicen respecto de la no conveniencia económica de realizar todos los proyectos energéticos que están en carpeta, aflora una segunda preocupación: ¿Por qué algunos funcionarios públicos insisten en patrocinar y defender algunos de estos proyectos sabidamente contaminantes?

¿Quién defiende entonces a los ciudadanos? Parece que nadie quiere hacerlo. Por un lado tenemos un gobierno histérico y permisivo con la contaminación y, por otro lado, un conjunto de empresas preocupadas sólo de sus ganancias económicas. El problema es que estos dos entes son socios en el tema de la energía.

Detrás de todo esto, subyace el verdadero problema que tiene Chile respecto de su estrategia energética, y tiene que ver con los incentivos. Ellos, los incentivos, son claramente perversos. En tiempos en que el tema energético constituye un dilema planetario, Chile sigue creando incentivos para que las empresas produzcan y vendan la mayor cantidad de energía posible, sin considerar las externalidades que se producen con el medio ambiente y con la calidad de vida de los ciudadanos. No hay incentivos efectivos para el ahorro energético ni para el desarrollo de otras alternativas de generación eléctrica. Chile firmó y ratificó el Protocolo de Kyoto, comprometiéndose a bajar las emisiones de dióxido de carbono, no puede olvidarse de eso. Como país, queremos jugar en las ligas mayores y nos comportamos, en materia energética, como países del cuarto mundo.

¿Cuál debería ser la próxima Etapa 6 de todo este proceso?. No lo sabemos todavía, pero sin duda lo más propicio y sano para el gobierno y nuestro país es que “vuelva la calma” a sus funcionarios; de otra manera tendrá que vérselas con nuevos escándalos porque, no cabe duda, la aprobación de un proyecto tan contaminante como la Termoeléctrica Los Robles sería, definitivamente, escandalosa.

Basándome en la vieja frase “en la confianza está el peligro” y volviendo a la pregunta ¿Quién defiende entonces a los ciudadanos? la respuesta necesariamente sería “ellos mismos”, igual que nuestros queridos pingüinos. La ciudadanía del Maule no debe dejarse atropellar, su dignidad y calidad de vida están en juego y también la posibilidad de dar una lección de civilidad (en el verdadero sentido de la palabra) al resto del país.

Fecha de publicación: mayo2, 2008 a las 8:30 am

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